
La Agrupación de Cofradías nació con la finalidad de fomentar la piedad y caridad cristiana, encauzar dentro del mayor fervor y suntuosidad las procesiones de la Semana Mayor malagueña y que las cofradías y hermandades pasionistas a ella acogidas se estimasen mutuamente y auxiliasen en las necesidades y manifestaciones de culto. Del mismo modo, se intentaba prestigiar la labor que desarrollaban las cofradías al tiempo que se trataba de conseguir de las instancias municipales y del comercio en general el apoyo y la ayuda económica necesaria para realzar la Semana Santa.


Esta entidad trazó las normas por las que se debían regir las procesiones para conseguir una suntuosidad y un protagonismo propio. Por vez primera se produjo un acuerdo en la fijación de horarios a seguir por cada hermandad y en la obligatoriedad de realizar una parte del itinerario común a todas las procesiones, es lo que se denominó "carrera oficial" y que estaba constituido por las principales vías céntricas de la ciudad. Allí se instalaban sillas y tribunas, lo que generaba beneficios económicos. Su sede se situaba en la Alameda Principal. En 1921 organizó la primera salida procesional de la imagen del Cristo Resucitado que se erige como titular de la Agrupación de Cofradías.
La propaganda seguida por la entidad se enmarcó en varios apartados: edición de los carteles anunciadores, de publicaciones periódicas (entre ellas La Saeta, que se erigiría como el denominado "Órgano Oficial de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga"), de folletos divulgativos -en ocasiones en varios idiomas-, realización de emisiones radiofónicas -locales y nacionales-, ciclo de conferencias en Madrid; proliferación de anuncios -especialmente en la capital de España- en los que de forma llamativa se reclamaba la presencia en una ciudad de la que se hacía especial mención de la benignidad de su clima, al tiempo que términos como "arte", "lujo"... señalaban la manera de concebir la Semana Santa, etc.
La primera crisis por la que atravesó la Agrupación de Cofradía se enmarcó en los denominados sucesos de mayo de 1931 que ocasionaron la práctica destrucción del patrimonio cofrade malagueño.
Tras unos primeros momentos en los que incluso se llegó a debatir la desaparición de la asociación, las actividades desarrolladas se circunscribieron a las de índole interna. Tras la expresión de un cierto apoyo popular, en 1935 se reanudan las procesiones aunque no con la suntuosidad de la que habían hecho gala en los años anteriores. En 1935 fue elegido como presidente de la Agrupación de Cofradías el hermano mayor de la cofradía de la Expiración, Enrique Navarro Torres. Tras el paréntesis habido a partir de 1936 con la guerra civil y culminada la toma de la ciudad por las tropas del general Queipo de Llano, en febrero de 1937, la Semana Santa de Málaga renacería a partir de 1939.
En 1938, la Agrupación se planteó la solución de los tres problemas más urgentes: la recuperación de la Semana Santa y el restablecimiento de las cofradías agrupadas, la búsqueda de una sede (que se estableció en la calle Luis de Velázquez) y la actualización de las reglas o estatutos según las necesidades que, en dicha época, se tenían.
A partir de 1939, la Agrupación intensifica sus actividades a la búsqueda de nuevos ingresos con los que poder llevar a términos sus proyectos. Los ingresos

La Agrupación de Cofradías participó activamente en la organización de la coronación de la patrona de la ciudad Santa María de la Victoria (8 de febrero de 1943).
En 1945, Alfonso Sell Aloy releva en el cargo de Presidente a Enrique Navarro Torres. Permaneció en el cargo hasta 1948. En este período se siguieron las pautas establecidas en la época anterior. A pesar de los problemas económicos, y las consiguientes dificultades para conseguir el normal desarrollo de las procesiones éstas se continuaban celebrando.

Entre 1948 y 1949 dirige los destinos agrupacionistas Dionisio Ric Sánchez. Si bien permanecieron los principales problemas, fundamentalmente el económico, los diez meses en los que ostentó el cargo se consideran como de "serenidad cofrade". En 1949 es nombrado como presidente José Álvarez Gómez. Su gestión estuvo marcada por la parquedad de los gastos y la búsqueda de nuevos ingresos. También se aprobaron unas nuevas reglas de funcionamiento para la institución. Una de las novedades más significativas que aportó fue que a partir de su aprobación, eran las distintas cofradías las que tenían que abonar sus emolumentos a los hombres de trono; la Agrupación de Cofradías se desligaba de esta obligación. Dentro del proyecto propagandístico de esta época, en 1951 arranca definitivamente el Pregón de Semana Santa cuando lo pronuncia el P. Juan Benavent en el teatro Cervantes. No obstante ya se habían celebrado en años anteriores. En 1954, dimite el Presidente Álvarez Gómez por motivos de salud y le sustituye Enrique Navarro Torres que inicia un segundo mandato. Esta nueva etapa viene marcada por un intento de renovación que tiene sus causas en la superación del déficit que se arrastraba, en la necesidad de elevar el nivel artístico y en la potenciación de la autonomía de cada cofradía en materias como contratos con hombres de trono, suministros necesarios para la procesión, etc.

Durante los años sesenta se continúa la labor agrupacionista en parámetros semejantes a los de años anteriores, fundamentalmente en lo relacionado con la divulgación. También, desde la Agrupación se insiste en la necesidad de mejorar la calidad artística de algunos tronos. En esta época se detecta la que se puede considerar como la crisis más profunda habida en el seno agrupacionista desde la época de la Guerra Civil. A las arcaicas estructuras de la Agrupación se unía el escaso interés de algunos dirigentes cofrades de asistir a las juntas; a ello se añadió el problema de la contratación de los hombres de trono. A partir de esta fecha, algunas cofradías comienzan a incorporar a sus componentes como hombres de trono. Ésta fue la solución. Paulatinamente y en los años siguientes, las distintas hermandades fueron sustituyendo a los portadores asalariados por "hombres de trono hermanos cofrades". Este hecho a medio plazo solucionó el que tradicionalmente había sido un problema en la actividad cofrade. Hay que tener presente que esta época también fue de crisis económica. La "cultura turística" de la Málaga de la época, conllevó que se solicitara para la Semana Santa la adjudicación de fiesta de interés turístico, lo que se concedió en 1965.


En 1969 dimitió el presidente Navarro Torres y fue elegido para sustituirle José Salcedo. En 1971, sin grandes actos, se celebró el 50º aniversario de la fundación agrupacional. Ese mismo año se produjo un hecho singular. Un grupo de cofrades reclamó de la Agrupación un mayor protagonismo de las Juntas de Gobierno y no sólo de los hermanos mayores como había sucedido hasta el momento, al tiempo que estimaban imprescindible un cambio en los estatutos. La actitud de estos jóvenes (un total de 492 firmaron el escrito), conocidos como "contestatarios" consiguió iniciar un nuevo camino. Ante la dimisión del presidente Salcedo se eligió como nuevo mandatario al hermano mayor de la cofradía de Estudiantes, José Atencia García. Cuestiones como actividades propagandísticas, apertura a la juventud, renovación de cargos, celebración de actos, etc., se resolvieron; pero quedaron pendientes otros como el relevo en los cargos de hermano mayor en algunas cofradías, aspectos económicos, etc. Del mismo modo se obtuvo del Obispado la cesión del edificio del antiguo hospital de San Julián para que fuese sede de la Agrupación. En 1973 se concedió a la Agrupación de Cofradías la medalla de oro de la ciudad. En 1977, aún pendiente la renovación estatutaria y con una difícil situación económica, dimite el presidente Atencia. Le sucede en el cargo Federico del Alcázar García, hermano mayor de la hermandad de la Amargura (Zamarrilla). Las relaciones con el obispado atraviesan un período difícil debido fundamentalmente a la exigencia episcopal de que las cofradías renovasen sus estatutos para adaptarlos a lo dispuesto en las "Bases de estatutos de las cofradías de Semana Santa y hermandades de culto y procesión de la diócesis de Málaga". Fueron elaboradas por el prelado Ramón Buxarrais.
En 1978 es nombrado como presidente agrupacional el hermano mayor de la Archicofradía del Paso y la Esperanza, Carlos Gómez Raggio

En 1979 es nombrado como nuevo Presidente Francisco Hermoso quien permanece en el mismo hasta 1980 cuando le sustituye el hermano mayor de la congregación de Mena, Francisco Fernández Verni. Durante estos años se cumple un ambicioso programa de reformas. Destaca no sólo el saneamiento económico sino la adaptación a los nuevos tiempos, el impulso a las obras de restauración de la futura sede así como las reformas estatutarias sin olvidar la participación real de las cofradías en la labor agrupacional.
En 1982 fue elegido como nuevo presidente el hermano mayor de la cofradía de la Oración en el Huerto, Francisco Toledo Gómez. Durante su mandato se procede a la elaboración de un nuevo proyecto de estatutos y se consigue inaugurar la nueva sede de la Agrupación en antiguo hospital de San Julián, lo que sucede el 17 de diciembre de 1988.
La agrupación cofrade participa activamente en las coronaciones canónicas de María Santísima de los Dolores de la cofradía de la Expiración (4 de octubre de 1986) y de María Santísima de la Esperanza, de la archicofradía del Paso y la Esperanza (18 de junio de 1988).
El año 1988 las puertas de la catedral malagueña se abrieron permitiendo que las cofradías realizaran su estación de penitencia en el interior del primer templo. En la década de los ochenta se revitalizan una serie de actividades paralelas a la Semana Santa: reedición de la revista La Saeta, organización de exposiciones, pregón oficial que se celebra (a partir de 1988) de nuevo en el teatro Cervantes, su marco tradicional, etc.

En este período se procedió a restaurar el patrimonio pictórico de la iglesia de San Julián, al tiempo que se realizan diversas reformas en la sede agrupacional.

En 1997 fue elegido como presidente agrupacional el hermano mayor de la cofradía de la Humildad (Ecce Homo), Clemente Solo de Zaldívar López, siendo reelegido en el cargo en las elecciones celebradas el año 2000.
En 1998, por vez primera, una obra de Pablo Ruiz Picasso se convirtió en cartel anunciador de la Semana Santa.
En 1999 se editó el primer número de la denominada "Saeta de Otoño". De este modo, la publicación se convierte en semestral.
Con motivo de los actos previstos por el Jubileo del 2000, la Agrupación de Cofradías organizó un Vía Crucis en el que participaron catorce hermandades que realizaron una procesión extraordinaria en sus tronos procesionales. Se celebró el día 25 de marzo de 2000. Las cofradías que representaron las catorce estaciones fueron las del Huerto, Rescate, Humillación, Columna, Humildad, Nazareno del Paso, Pasión, Salutación, Perdón, Cristo de las Penas, Expiración, Sangre, Descendimiento y Sepulcro. Este evento fue anunciado por un cartel obra de José Palma Santander.
La Agrupación de Cofradías, representando al pueblo de Málaga, actuó como padrino en el acto de coronación canónica de María Santísima de la Trinidad, hecho acaecido el sábado 21 de octubre de 2000.
El 4 de marzo de 2010 se inaugura el Museo de la Semana Santa de Málaga.
Actualmente ostenta la Presidencia el Hermano Mayor de la Hermandad del Rescate, Rafael Ángel Recio Romero.